ONU-DH, UNFPA y ONU-MUJERES celebran la jurisprudencia de la Suprema Corte mexicana sobre matrimonio entre personas del mismo sexo
• Se alienta a la Federación y a los Estados a armonizar sus legislaciones
Ciudad de México, 26 de junio de 2015. La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en México y la Entidad de las Naciones Unidas para la igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU-MUJERES) celebran la reciente jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el derecho de las personas del mismo sexo para contraer matrimonio. Dicha jurisprudencia es obligatoria y es el resultado de decisiones reiteradas en el mismo sentido por parte del más alto tribunal en el país.
La jurisprudencia de la Suprema Corte está fundada en el reconocimiento al principio de universalidad de los derechos humanos, al derecho a la igualdad ante la ley de todas las personas y a la prohibición de discriminar por cualquier causa o condición, incluyendo aquella basada en la orientación sexual y la identidad de género, en consonancia con los estándares internacionales de derechos humanos.
La jurisprudencia coincide con la respuesta del Estado mexicano del año 2014 a las recomendaciones formuladas por el Consejo de Derechos Humanos en el marco del segundo ciclo del Examen Periódico Universal en la cual México afirmó que “reconoce y protege el derecho de toda persona a contraer matrimonio”. Así mismo, el criterio de la Suprema Corte está en línea con la campaña mundial de la ONU “Libres e Iguales” encabezada por el Secretario General, Ban Ki-Moon, en favor de la igualdad y la no discriminación hacia las personas lesbianas, gay, bisexuales y transgénero (LGBT).
La ONU-DH, UNFPA y ONU-MUJERES reconocen que esta jurisprudencia se suma a otros avances en la materia registrados en el país, tanto en el Distrito Federal como en el Estado de Coahuila, y alienta a la Federación y a los Estados que no lo han hecho a armonizar su legislación con el criterio de la Suprema Corte y con los estándares internacionales de derechos humanos y a reconocer sin prejuicios de por medio el derecho de las personas del mismo sexo a contraer matrimonio.
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