Palabras de Humberto Henderson para el diálogo “Construcción de alianzas para la defensa ambiental en México”

29 de julio de 2025. Con el permiso de la señora Secretaria, la verdad es que me saldré un poco del protocolo, hoy martes 29 me resulta ser un día súper poderoso, acabo de venir de Palacio Nacional de una reunión sobre el caso Ayotzinapa donde la Presidenta y la Secretaria de Gobernación me dieron la bienvenida a México y fue un honor, y terminar el día con la primera vez dando un discurso público precisamente con la Secretaria de Medio Ambiente, que además fue la anterior Secretaria de la CEPAL con quien coincidimos hace unos años en Santiago de Chile, es un día importante, conocerlos a todos, no voy a poder retener los nombres de todas y todos, sería imposible, pero poco a poco vamos a empezar a conocerlos y la verdad es que estoy encantado de estar en este país, en México.

Un gusto compartir con Gustavo, muchas gracias por el informe, lo vamos a estar leyendo con mucha atención, CEMDA es una organización fundamental en este ámbito de la protección del medio ambiente. Definitivamente es un orgullo compartir con quien ha sido una actora fundamental en la construcción y la implementación del Acuerdo de Escazú, porque cuando se comienza a negociar el Acuerdo de Escazú, la señora Alicia Bárcena era la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL y ahí se hizo todo el proceso de negociación, aún recuerdo los nombres de algunos colegas de CEPAL que estuvieron involucrados con estos, incluido Samaniego, también luego como Secretaria de Relaciones Exteriores en el proceso de implementación y ahora como Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Definitivamente el Acuerdo de Escazú es un acuerdo muy diferente a otros porque en el corazón del acuerdo, en su centro, está la protección de las y los defensores del medio ambiente y/o defensores de derechos humanos y del medio ambiente; ese famoso artículo 9 al que hace referencia la Secretaria precisamente tiene un triple contenido que es particularmente importante: el primero es el compromiso de los Estados de generar entornos seguros que permitan que mujeres y hombres que trabajan por este tema puedan hacerlo en libertad; segundo, establecer una serie de medidas de protección cuando, lamentablemente, se ven enfrentados a amenazas, intimidaciones, campañas de desprestigio; y en tercero, en esos casos, tener un libre acceso a la justicia. Es definitivamente un marco jurídico innovador y que genera este compromiso de ir implementando aquellas políticas públicas que tiendan a estas protecciones. El compromiso de México ha sido siempre históricamente importante para este instrumento internacional, antes y después; antes, en todos los foros en los que México participó, incluidas las conferencias de Estados Parte, y después, muy específicamente en lo que tiene que ver el artículo 9 en foros que se hicieron, tres recientemente, bastante importantes, en Ecuador, en Panamá y en Saint Kitts and Nevis, en el Caribe.

Definitivamente las y los defensores del medio ambiente son fundamentales porque nos permiten, de una u otra manera, a todos, poder vivir en lugares más seguros, más saludables y más sustentables, pero no solamente para nosotros, nos están permitiendo eso para nosotros y, muy importante, para las generaciones futuras. Definitivamente este tratado no escapa de la realidad de otros tratados; normalmente este tipo de iniciativas, por supuesto, requieren de la intervención de los Estados, pero lo normal es que son sueños, anhelos de mujeres y hombres que creen que el mundo puede ser diferente, y este no es un ejemplo distinto: el Acuerdo de Escazú tuvo un importantísimo contenido en lo que tiene que ver con aquellos que estuvieron incluso sobre la base de luchas sociales para que se pudieran reconocer algunos derechos, hablando del medio ambiente, hablando recientemente incluso sobre la emergencia climática.

El Secretario General hace unos días dijo: “Desde el 24 de julio ya hemos consumido más recursos de los que pueden renovarse este año”, y enfatizó en que “debemos reparar nuestra relación con el clima y la naturaleza”. Los estándares internacionales y regionales de derechos humanos están avanzando, pero ustedes saben que aumentar la conciencia de las personas toma mucho tiempo; establecer consensos en el ámbito internacional es extremadamente difícil, cada coma, cada palabra de un tratado conlleva, muchas veces, meses de negociaciones entre los Estados, y aquí se pudo lograr en el ámbito regional, y ha habido opiniones consultivas en el ámbito regional, y recientemente sobre lo que la Corte Internacional de Justicia, en relación con el cambio climático, donde nuestro Alto Comisionado, el señor Volker Turk, señaló: “Es una victoria rotunda para el movimiento de protección ambiental global, la decisión confirma de forma clara e indiscutible los vastos impactos del cambio climático y las amplias obligaciones de los Estados al respecto con arreglo al derecho internacional”.

Es gracias a las defensoras y los defensores del medio ambiente que hoy hay áreas protegidas, esfuerzos binacionales y acciones para favorecer la restitución. De hecho, el evento de hoy es un evento fundamental; la exposición de motivos establece, del decreto, que debemos dar una muestra de gratitud a todas las personas que han dado su vida por la defensa de la naturaleza y a todos aquellos que diariamente luchan por proteger y mejorar nuestro patrimonio natural. El evento de hoy está precisamente haciendo honor a estos contenidos, pero claro, los y las defensores están sujetos a desafíos considerables: agresiones, campañas de desprestigio, amenazas e incluso, lamentablemente, casos de desapariciones, muertes violentas e incluso asesinatos. Y en este ámbito, las mujeres tienen una doble dificultad: no solo tienen la dificultad por el rol de defensoras en este ámbito, sino por todo lo que ustedes conocen y que no necesito repetir, todos los sistemas de estereotipos, de la falta de aceptación de liderazgos. De verdad, hay que tener una protección muy especial y cuidadosa respecto a las mujeres, porque están particularmente más vulnerables —aunque no me gusta esa palabra—, pero las pone en una situación más difícil en lo que tiene que ver con agresiones y represalias. Nuestra Oficina, entre 2016 y el año pasado, había documentado 89 asesinatos de defensores y defensoras del medio ambiente por su trabajo vinculado a la defensa del medio ambiente, no sobre otros temas; también 19 personas han sido desaparecidas. De estas 101 personas, 19 de ellas tenían medidas de protección, a pesar de que hay un mecanismo de protección, y esto da la pauta de la necesidad y la importancia del esfuerzo de la implementación de este artículo 9 para poder tener una protección efectiva.

Desde el año 2012 se creó en México un mecanismo que ha sido un ejemplo para la región e incluso para el mundo, que es el Mecanismo Federal de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que es un mecanismo innovador, que ha sido reconocido incluso por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y que tiene la participación de la sociedad civil. A nosotros, a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, nos han invitado a participar en la Junta de Gobierno —una Junta de Gobierno que probablemente tendría que ser ampliada— y que nos ha permitido tener un rol de interlocución, asesoría y trabajo conjuntamente con los interlocutores. También hay un grupo de trabajo interinstitucional con la sociedad civil que se creó en 2022, que también es una práctica reconocida. Es más, deberíamos reconocer también aquí que la Secretaría de Relaciones Exteriores dio unas palabras muy elogiosas de nuestra Oficina en la última Asamblea General en Nueva York de las Naciones Unidas, cuando tuvo participación también el Alto Comisionado.

Hay una serie de temas que podrían facilitar, probablemente, señora Secretaria, como el protocolo especializado de investigación de delitos contra personas defensoras, en la medida que eso se pudiera, en algún momento, trabajar con un carácter mayormente vinculante a fiscalías. Recientemente, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo una expresión que nos resonó mucho: todo lo que tenga que ver con la libertad de expresión no debe ser castigado, y mucho menos penalmente, e hizo un llamado a revisar aquellos marcos que puedan ser, de alguna manera, criminalizantes para el rol de defensoras y defensores. Y en nuestro análisis que hemos hecho a nivel nacional nos hemos encontrado con 97 tipos que son criminalizantes y que se usan, en ocasiones, en contra de las y los defensores y que, definitivamente, es importante hacer una consciencia y revisar los estándares sobre los que se basan esos mecanismos.

Para finalizar, decir que todos los esfuerzos que se están haciendo aquí por la Secretaría van sobre la línea del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030; hay una interlocución, hay una comunicación entre los principales conceptos de Escazú y esto. SEMARNAT tiene un rol fundamental y, francamente, puede ser, con todo lo que ustedes están haciendo, una punta de lanza para la región y, además, liderar con el ejemplo. Nuestra oficina va a estar caminando con ustedes en la medida que a ustedes les parezca conveniente, con el Estado, también con el sector privado y, definitivamente, con la sociedad civil. Este es un tratado esperanzador; la implementación llevará tiempo, pero los pasos se están dando en la dirección correcta.

Muchas gracias.

Fin