COVID-19: no olviden a las personas internamente desplazadas, urge experta de la ONU a los Gobiernos alrededor del mundo
GINEBRA (1 de abril de 2020) – Los Estados deben incrementar inmediatamente las medidas para proteger a los 40 millones de personas internamente desplazadas alrededor del mundo ante la amenaza de COVID-19, dijo una experta de la ONU.
“Las personas internamente desplazadas corren un riesgo mayor de exposición a la COVID-19 debido al limitado acceso al cuidado de la salud, agua, saneamiento, alimentación y vivienda adecuados, y a menudo enfrentan discriminación,” dijo Cecilia Jiménez-Damary, la Relatora Especial de la ONU sobre los derechos humanos de los desplazados internos. “Están entre las personas más vulnerables y no deberían ser olvidadas por los Gobiernos en sus respuestas a la pandemia.”
“Aquellos en campos o sitios colectivos a menudo se encuentran viviendo en condiciones de hacinamiento, en alberges de emergencia no adecuados ni física ni estructuralmente para la mitigación de la transmisión de la COVID-19. Su vulnerabilidad se incrementa en contextos de conflicto armado,” dijo Jiménez-Damary.
La Relatora Especial subrayó que la situación de desplazamiento podría incrementar la vulnerabilidad que de por sí tienen las personas mayores y las personas con otras condiciones de salud ante la COVID-19. Las personas con discapacidad que además están desplazadas o pertenecen a grupos minoritarios o comunidades indígenas podrían enfrentar aún más barreras para acceder servicios esenciales y de cuidado de la salud.
“Los Gobiernos deben asegurar que todas las personas internamente desplazadas tengan acceso al agua, al saneamiento, a instalaciones de higiene personal, a alimentación y vivienda adecuadas. Deben ser informadas sobre los riesgos, la prevención y el tratamiento de la enfermedad. Aquellas personas que requieran tratamiento médico por COVID-19 deben tener acceso a cuidados de salud adecuados de manera oportuna y sin discriminación,” dijo.
La experta de la ONU también hizo un llamado a los Estados para incluir a las personas internamente desplazadas en sus procesos de toma de decisión. “Las personas internamente desplazadas conocen mejor los retos específicos que enfrentan. Su participación en la identificación de estos retos y en el diseño de respuestas hechas a la medida ante la COVID-19 es esencial.”
“En los campos, las medidas preventivas y de respuesta deben ser adoptadas basadas en evaluación de riesgos que involucren a la población de dichos lugares. Es posible que se necesario llevar a cabo una re-planificación de los campos que tome en cuenta los imperativos de salud de las auto-cuarentenas, al tiempo que se asegure que la distancia social no se traduzca a falta de apoyo hacia las personas más vulnerables.
“Los Estados deben aumentar proporcionalmente la asistencia humanitaria para las personas internamente desplazadas a la luz de la pandemia, al tiempo que se toman medidas apropiadas para prevenir la transmisión de COVID-19 y para proteger a los trabajadores humanitarios”, añadió. “Saludo la adopción del Plan Global de Respuesta Humanitaria para el COVID-19 y el llamado para su amplio apoyo por parte de la comunidad internacional, incluyendo el G20.
“Es importante que las personas internamente desplazadas no sean abandonadas en la crisis. Hago un llamado a los Estados para que ejerzan su responsabilidad soberana para protegerlas con base en los Principios rectores de los desplazamientos internos y sin distraer la entrega de asistencia humanitaria. Aliento a la comunidad internacional y a los donantes a asegurar que la solidaridad sea constante con algunas de las personas más vulnerables del mundo,” concluyó la Relatora Especial.
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