Día Mundial de la Libertad de Prensa

Declaración de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet

2 de mayo de 2021. La prensa libre, independiente y sin censura constituye un pilar esencial de toda sociedad democrática. En momentos de crisis, su ejercicio puede aportar información que permita salvar vidas, ayuda a sentar las bases de la participación en la vida pública y contribuye a garantizar la transparencia y el respeto de los derechos humanos.

El Día Mundial de la Libertad de Prensa nos ofrece la oportunidad de celebrar esta labor fundamental, en particular este año en que conmemoramos el 30º aniversario de la Declaración de Windhoek, en la que un grupo de periodistas africanos adoptó un conjunto de principios básicos relativos a la libertad de prensa.

La crisis del COVID-19 ha dejado patente que con demasiada frecuencia la crítica periodística dirigida a las políticas gubernamentales o los personajes públicos suscita represalias penales por parte de las autoridades. Los Estados también han utilizado la legislación orientada a penalizar la desinformación sobre la pandemia para atacar a los profesionales de la prensa.

En el mundo entero, la población se echa a las calles cada vez más para exigir sus derechos sociales y económicos, así como para poner fin a la discriminación y el racismo sistemático, la impunidad y la corrupción. Los periodistas que cumplen con su función esencial de informar sobre estas protestas son víctimas de una represión intolerable. En muchos casos han sido objeto de medidas de fuerza innecesarias y desproporcionadas, arrestos arbitrarios y encausamientos penales.

Las agresiones, los arrestos y los procesos judiciales incoados contra los periodistas ejercen un efecto disuasivo adicional sobre los demás profesionales de la prensa en lo relativo a proporcionar información crítica sobre asuntos importantes. De esa manera se empobrece el debate público y se entorpece nuestra capacidad de responder eficazmente a los problemas sociales, incluso a la pandemia de COVID-19.

La labor de los periodistas y los trabajadores de los medios será decisiva para que el mundo logre recuperarse de esta crisis devastadora y alcance mejores resultados. Las noticias objetivas, fiables y verificadas contribuirán a frenar la desinformación, a garantizar la aplicación de soluciones sostenibles y resilientes a los problemas actuales, a exigir transparencia y rendición de cuentas y a fomentar la confianza en las instituciones.

La información verídica es un bien público porque contribuye al bienestar de la humanidad. Cuando se silencia a un periodista, toda la sociedad resulta menoscabada.

Para celebrar plenamente el coraje que los periodistas demuestran en su tarea de mantener informada a la población, debemos exigir el respeto, la protección y el cumplimiento de sus derechos.

Fin