“El empoderamiento económico de las mujeres es un espejismo si ignoramos el trabajo doméstico no remunerado”

GINEBRA (8 de marzo de 2014) – En el Día Internacional de la Mujer, la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Magdalena Sepúlveda, hace un llamado a los Estados para que aseguren que el trabajo no remunerado sea mejor valorado, apoyado y compartido por los hombres y por los Estados:

“El empoderamiento económico de las mujeres será un espejismo mientras no se tome en cuenta el trabajo no remunerado que llevan a cabo en casa. En la mayoría de los países, las mujeres – especialmente aquellas que viven en pobreza – trabajan más horas que los hombres si se incluye en su jornada laboral el trabajo no remunerado, y aun así reciben menores ingresos y menos reconocimiento.

Las desiguales y pesadas responsabilidades del cuidado son una norma que es dada por hecho, son también una gran barrera para lograr la igualdad de género, absorben el tiempo de las mujeres y les niegan el disfrute equitativo de los derechos a la educación, al trabajo digno, a la salud y a la participación en el gobierno, entre otros.

El cuidado no remunerado como cocinar, limpiar y cuidar a la descendencia y a las personas adultas mayores, intensifica la pobreza y la exclusión social de las mujeres al no ser socialmente reconocido y compartido. El cuidado debe ser una responsabilidad social y colectiva de hombres y mujeres, debe ser respaldada por el Estado, y no recaer enteramente en los hombros de las mujeres.

Sin duda, el cuidado es un bien social positivo e irremplazable, además de que  proveer cuidado puede ser fuente de plenitud y satisfacción. El trabajo no remunerado está en la base de nuestras sociedades y es crucial para el crecimiento económico y el desarrollo social. Sin embargo, ha sido ampliamente ignorado o dado por sentado por quienes desarrollan políticas públicas.

En beneficio de los derechos humanos y el desarrollo equitativo y sustentable, no podemos seguir ignorando el trabajo no remunerado, por lo que en la agenda de desarrollo ONU post 2015 este compromiso debe ser incluido.

En el Día Internacional de la Mujer, hago un llamado a los gobiernos de los Estados para que dejen de ignorar a las mujeres en la cocina, en la habitación y en los pozos, y en lugar de ello, las celebren dando pasos concretos para reconocer, reducir y redistribuir las cargas del trabajo de cuidado no remunerado.

Se trata de una condición necesaria para alcanzar la igualdad de género, el desarrollo sostenible y el pleno disfrute de los derechos de las mujeres.”

Fin