Hacer cambios transformadores para proteger el medio ambiente o soportar un sufrimiento incalculable – experto de derechos humanos de la ONU

GINEBRA (4 de junio de 2020) – El Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y el medio ambiente, David Boyd, dice que se requieren urgentemente acciones transformadoras para proteger el medio ambiente y los derechos humanos y atender las causas de la disrupción climática, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación tóxica y las enfermedades zoonóticas. El Relator realizó la siguiente declaración en el contexto del Día mundial del medio ambiente, 5 de junio:

“La pandemia por COVID-19 demuestra los impactos directos y severos de la degradación ambiental sobre el disfrute de una amplia gama de derechos humanos, incluyendo los derechos a la vida, a la salud, a la alimentación, al agua y a la cultura. Al menos 70% de las enfermedades infecciosas como COVID-19 están pasando de la vida salvaje a los seres humanos.

Necesitamos atender las causas de raíz de estos desastres ambientales interrelacionados y aprovechar esta oportunidad para lograr un futuro seguro justo y sostenible. Al entrar en la fase de recuperación, los Estados deberían implementar leyes y políticas públicas nuevas y en reformas de las existentes, así como en inversiones, con enfoque de derechos humanos. Tratar los síntomas de la crisis a través del cierre de fronteras, bloqueos y, ojalá, una vacuna pronto, es necesario, pero un enfoque preventivo salvaría millones de vidas y billones de dólares.

El Derecho a un medio ambiente seguro, limpio saludable y sostenible está legalmente reconocido en 156 Estados y debería estar reconocido globalmente por las Naciones Unidas tan pronto como sea posible. Si este derecho es respetado, protegido y cumplido, podría probar ser uno de los derechos humanos más importantes del siglo XXI.

Los planes de recuperación construidos con base en el cumplimiento de los derechos humanos, incluyendo el derecho a un medio ambiente sano, conllevan acciones concretas y políticas públicas dirigidas a lograr un clima estable, acceso a agua potable, aire limpio, agricultura saludable y sostenible, exposición reducida a sustancias tóxicas y ecosistemas y biodiversidad saludables. Terminar con la deforestación, regular rigurosamente el mercado de vida salvaje y monitorear de cerca los lugares donde las personas, la vida salvaje y los animales domésticos se mezclan, ayudará a prevenir futuras pandemias.

Poner el derecho al medio ambiente sano en el corazón de las transformaciones que se requieren ayudaría a atender la desigualdad y a asegurar la protección de todos los miembros de la sociedad, con un énfasis particular en las personas en situaciones vulnerables, que sufren más durante estas amenazas, como las mujeres, niños, niñas, personas que viven en la pobreza, pueblos indígenas y comunidades tradicionales, personas adultas mayores, personas con discapacidades, minorías y personas desplazadas.

Los Estados deberían aprovechar esta oportunidad única en la vida para transformar las sociedades actuales, injustas e insostenibles, y lograr un mejor mundo para todos y todas. Esto puede ser logrado a través de niveles sin precedentes de inversión para generar una transición justa hacia una economía circular, libre de desperdicio y baja en emisiones de carbono; crear millones de empleos en la restauración del ecosistema; construir infraestructura de salud, agua y saneamiento; crear programas fuertes y resilientes de protección social; y mejorar el acceso a la educación y las oportunidades económicas para niñas y mujeres.

Los billones de dólares que están siendo invertidos en la recuperación económica post-pandemia podrían dinamizar los esfuerzos para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, que, de ser cumplidas, constituirían uno de los grandes logros de la historia humana.”

(*) El Día mundial del medio ambiente es el día de las Naciones Unidas para fomentar, alrededor el mundo, la conciencia y la acción para proteger el medio ambiente y se celebra desde 1974. Está organizado alrededor de un tema que atiende una preocupación medio ambiental particularmente apremiante. El tema para 2020 es la biodiversidad y es acogido por Colombia. Ver: https://www.worldenvironmentday.global/es

Fin

David R. Boyd (Canadá) fue nombrado Relator Especial sobre derechos humanos y medio ambiente para un período de tres años que comenzó el 1 de agosto de 2018. Es profesor asociado de derecho, política pública y sostenibilidad en la Universidad de British Columbia.

Los Relatores Especiales son parte de lo que se conoce como los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo. Los titulares de mandatos de los Procedimientos Especiales son expertos independientes en derechos humanos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos para abordar situaciones de países específicos o cuestiones temáticas en todas las partes del mundo. No forman parte del personal de la ONU y son independientes de cualquier gobierno u organización. Actúan a título individual y no reciben un salario por su trabajo.

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