Las mujeres defensoras de derechos humanos enfrentan una violencia cada vez más grave, advierte experto de derechos humanos de la ONU
GINEBRA (28 de febrero de 2019) – Mujeres, niñas y personas disidentes del género binario que defienden derechos humanos han estado enfrentando una creciente represión y violencia alrededor del mundo. Los Estados deben respetar, proteger y cumplir con el derecho de las defensoras a promover los derechos humanos sin discriminación, dijo un experto de derechos humanos de la ONU.
“En el clima político actual, en el que hay un retroceso en los derechos humanos, las mujeres que defienden y promueven derechos son a menudo las primeras en estar bajo ataque,” dijo el Relator Especial de la ONU sobre la situación de los defensores, Michel Forst, al presentar su informe anual ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
El informe muestra cómo el incremento del discurso misógino, sexista y homofóbico por parte de líderes políticos en los años recientes ha normalizado la violencia contra las mujeres defensoras de derechos humanos. En algunos casos, aquellos que actúan a nombre de los Estados se han involucrado en ataques directos contra mujeres defensoras y sus familias.
“En muchos países, las mujeres que se atreven a levantar la voz por los derechos humanos son estigmatizadas y llamadas malas madres, terroristas o brujas, silenciadas y marginalizadas de los procesos de toma de decisión e incluso asesinadas. Es particularmente preocupante que la hostilidad que enfrentan viene no sólo de autoridades de los Estados, sino también de los medios, los movimientos sociales, sus propias comunidades e incluso sus familias,” dijo el Relator Especial.
“Actos de desacreditación pública, ataques contra el honor y reputación de las mujeres, doxing, es decir, la publicación de detalles personales sobre sus vidas en internet, violencia sexual y ataques contra sus hijos y seres queridos, son utilizados para silenciar a las mujeres defensoras de derechos humanos,” añadió.
El informe apunta que las mujeres enfrentan los mismos riesgos que los hombres al momento de defender los derechos humanos, pero deja claro que además enfrentan amenazas diferentes que toman forma debido a los arraigados estereotipos de género y a las intrincadas percepciones sociales que se tienen sobre ellas.
“Hemos documentado cómo los obstáculos y riesgos que enfrentan las mujeres defensoras de derechos humanos toman forma por su género. Las mujeres son atacadas por promover y proteger los derechos humanos simplemente por ser mujeres y por lo que hacen,” dijo Forst.
El informe también alerta sobre el creciente número de Estados que han restringido el espacio de la sociedad civil, imponiendo requerimientos legales y administrativos que limitan los derechos a la libertad de opinión, expresión, asociación y asamblea pacífica. En algunos países, las mujeres defensoras de derechos humanos han sido blanco de agresiones por promover los derechos humanos de las mujeres, incluyendo el derecho a la igualdad y a la salud sexual y reproductiva.
El experto también expresó serias preocupaciones por el creciente uso del concepto de “ideología de género” que, en muchas partes del mundo, en especial en América Latina y Europa del este, es presentado como un intento de las feministas y los defensores de los derechos LGBTI, para desestabilizar el orden político y social.
“No hay atajos para revertir esta deplorable situación. Debemos desmantelar los dañinos estereotipos de género y re-imaginar, de manera radical, constructos sociales de género aptos para prevenir la dominación y marginalización de las mujeres,” subrayó Forst.
El informe contiene recomendaciones y ejemplos de buenas prácticas para apoyar la construcción de movimientos de defensoras de derechos humanos diversos, inclusivos y fuertes.
“Los Estados y las organizaciones internacionales deben reconocer los retos y riesgos específicos que las defensoras enfrentan. Deben asegurar que las defensoras sean reconocidas, apoyadas y sus tareas facilitadas para participar de manera igual, significativa y poderosa en la promoción y protección de los derechos humanos,” concluyó Forst.
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