Los Principios de París: 20 años guiando el trabajo de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos

Los Principios de París, una serie de estándares internacionales que enmarcan y guían el trabajo de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (INDH) cumplen este año su aniversario número 20. Redactados en un taller internacional de INDH en 1991, los Principios de París fueron adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993.

30 de mayo de 2013

Los Principios de París, una serie de estándares internacionales que enmarcan y guían el trabajo de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (INDH) cumplen este año su aniversario número 20. Redactados en un taller internacional de INDH en 1991, los Principios de París fueron adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993.

El Aniversario de los Principios coincide con el 20 Aniversario de la Declaración y Programa de Acción de Viena, adoptados en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena en 1993.

“Este aniversario provee una oportunidad única para reflexionar sobre los logros de las INDH y para reiterar la importancia de asegurar que éstas logren y mantengan su credibilidad a nivel nacional, regional e internacional, cumpliendo con los Principios de París,” dijo la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Navi Pillay, en la sesión no. 26 del Comité Internacional de Coordinación de Instituciones Nacionales para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos (ICC) (6-8 de mayo de 2013).

Las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos son fundadas por el Estado pero son independientes de él: no son organizaciones no gubernamentales pero funcionan como un “puente” entre las sociedades civiles y los gobiernos. Son conocidas con diferentes nombres en distintos países, por ejemplo, pueden ser llamadas Comisión, Comité o Consejo de Derechos Humanos, Ombudsman, Defensor Público.

Los Principios de París, además de ser un acuerdo internacional, definen el rol, composición, estatus y funciones de las instituciones nacionales de derechos humanos.

Las INDH deben cumplir con los Principios que identifican sus objetivos de derechos humanos y les dan independencia, un amplio mandato de derechos humanos, presupuesto adecuado y una selección y otorgamiento de puestos inclusivo y transparente. Los Principios son ampliamente aceptados como prueba de legitimidad y credibilidad de una institución.

Las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos reciben y valoran quejas sobre violaciones de derechos humanos, participan en procesos de rendición de cuentas y justicia transicional en países afectados por un conflicto o en transición luego de un conflicto, asisten en el desarrollo de instituciones democráticas y organizan capacidades de implementación, especialmente en áreas como transparencia, estado de derecho y democracia.

La Conferencia de Derechos Humanos de Viena de 1993, representó un punto decisivo para las INDH. Por primera vez INDH que cumplían con los Principios de París fueron formalmente reconocidas como actores importantes y constructivos en la promoción y la protección de los derechos humanos y su establecimiento y fortalecimiento fueron formalmente promovidos.

La Conferencia reafirmó el papel jugado por las instituciones nacionales, en particular en relación con su capacidad de asesorar a las autoridades competentes, con su rol de solucionar violaciones de derechos humanos, en la difusión de información de derechos humanos y en la educación en derechos humanos.

“Desde Viena ha habido un crecimiento enorme en el número de INDH, de haber menos de 10 hace dos décadas, en la actualidad hay más de 100 instituciones acreditadas internacionalmente,” dijo Pillay.

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos asiste a las INDH para que alcancen los estándares estipulados en los Principios de París y actúa como el Secretariado del ICC y de su Sub-Comité de Acreditación. Cada año, la Oficina asiste al Subcomité de Acreditación del ICC para revisar el cumplimiento de los Principios de París por parte de un gran número de INDH.

2012 marca el 20 aniversario de la Conferencia Mundial en Derechos Humanos, que derivó en la adopción de la Declaración y Programa de Acción de Viena y el establecimiento del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Su creación dio un nuevo ímpetu al reconocimiento de las instituciones de derechos humanos, mismas que han observado un progreso fundamental en la promoción y protección de los derechos humanos. En los últimos 20 años, las instituciones nacionales de derechos humanos se han convertido en actores cada vez más independientes y con mayor autoridad, involucrándose activamente en los mecanismos de derechos humanos de la ONU.

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