Mensaje de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa, 3 de mayo

3 de mayo de 2022.- Hoy rendimos homenaje a la valentía y determinación de los periodistas que buscan traernos la verdad, información e ideas. Cuya labor es crucial para garantizar que vivamos en sociedades democráticas, justas y pacíficas. Quienes todos los días, se esfuerzan por lograr que los gobiernos rindan cuentas y, al hacerlo, protegen nuestros derechos fundamentales a la libertad de información, de opinión y de expresión.

A pesar de ello, en todo el mundo, su trabajo sigue estando gravemente amenazado. Los ataques a su vida, libertad e intimidad son generalizados. Desde zonas de guerra hasta países azotados por el crimen o la crisis, e incluso en las llamadas sociedades seguras, el trabajo de un periodista se está convirtiendo en uno cada vez más peligroso.

La vigilancia digital, el tema de este año del Día Mundial de la Libertad de Prensa, es una de las mayores amenazas del periodismo moderno, que pone en grave peligro el trabajo, la independencia, la integridad e incluso la vida de los periodistas. Además, el uso creciente e ilegal de tales herramientas invasivas está poniendo en riesgo no solo a los periodistas, sino también a sus fuentes y a sus familias.

Las herramientas de vigilancia son un peligro creciente para el funcionamiento de un mundo libre y democrático. Se necesita hacer más para fortalecer la supervisión y el control de estas herramientas a nivel nacional, regional y mundial.

Los periodistas, como todos nosotros, tienen derecho a la privacidad y a la dignidad en el trabajo. Lo que incluye también el ejercicio de sus derechos a la libertad de expresión y opinión.

En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, reitero mi llamado a una moratoria sobre la exportación, venta, transferencia y uso de herramientas de vigilancia desarrolladas de forma privada.

Hasta que se establezcan las protecciones adecuadas en favor de los derechos humanos, estas herramientas no reguladas siguen siendo uno de los mayores peligros para una prensa libre e independiente.

Hoy, honro a los periodistas que continúan su trabajo audaz, enérgico y valiente para mantener informado al público a pesar de estos profundos desafíos.

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