Discurso de Jan Jarab para el Foro “Los derechos de la infancia y la adolescencia y la Agenda 2030″
Muy buenos días a todas y todos.
Agradezco la iniciativa de la CNDH y de ChildFund y la gentil invitación de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Es un honor y un placer estar aquí hoy con Ustedes – con representantes de las instituciones encargadas de la protección de los derechos humanos y particularmente de los derechos del niño, con expertos y representantes de la sociedad civil.
Como sabemos, las políticas públicas padecen frecuentemente del “adultocentrismo”. Pero muchos objetivos de Desarrollo Sostenible – no solo el objetivo 4 sobre educación – tienen una dimensión importante de la niñez: la pobreza (objetivo 1), la seguridad alimentaria (2), la vida sana (3), la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las niñas (5), ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles (10), el acceso a la justicia (16), por mencionar solo algunos…
Y permítanme, por favor, utilizar esta oportunidad también para hacer autocrítica: en el sistema internacional de derechos humanos, incluso en la Oficina del Alto Comisionado en México, también padecemos de “adultocentrismo”, también no somos siempre suficientemente enfocados en los niños y los retos que enfrentan. Sin embargo, sabemos que la específica dimensión de los derechos del niño está presente, y debería ser reconocida, en casi todos los principales retos de derechos humanos en el país:
- la desaparición de personas incluye menores de edad desaparecidos, por ejemplo, niñas desaparecidas que son víctimas de trata;
- el tema de malos tratos debe incluir la reflexión sobre la situación de los adolescentes en el sistema de justicia juvenil;
- en el ámbito de los derechos económicos, sociales y culturales se necesita un enfoque particular en los derechos de los niños, dado que la extrema pobreza, exclusión social y marginación les afecta de manera particularmente cruel y no justificable;
- en el contexto de los derechos de los pueblos indígenas necesitamos hablar de los derechos de los niños indígenas, desde la educación en la lengua indígena hasta la prevención del matrimonio infantil;
- en el contexto de los derechos de los migrantes debería ser prioritario asegurar los derechos de los niños migrantes, tanto acompañados como no acompañados;
- el asunto de los derechos de las personas LGBTI debe siempre incluir la protección de la muy vulnerable categoría de los niños de la diversidad sexual;
- y cuando tratamos de los derechos de las personas con discapacidad, hay que destacar la importancia de soluciones inclusivas desde la infancia.
Considero, entonces, que este evento puede ser importante para contribuir al cambio de políticas públicas – un cambio que no empieza hoy: hay que reconocer el rol fundamental de la Ley General para la Protección de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, – un resultado de la cooperación ejemplar entre el Estado mexicano y nuestra agencia hermana, UNICEF. Y quiero utilizar esta oportunidad también para reconocer públicamente el compromiso y liderazgo de Ricardo Bucio y de su equipo en el Sistema integral para la protección de niñas, niños y adolescentes.
Sin embargo, en la realidad de México persisten graves retos para el pleno goce de los derechos del niño – retos que necesitan la atención de todos los actores relevantes, no solo del SIPINNA, sino también de las instituciones de procuración de justicia, de varios niveles de órganos de defensa de los derechos humanos (desde los estatales pasando par la CNDH hasta las internacionales). Permítanme, por favor, mencionar por lo menos tres desafíos, identificados por el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas en sus últimas recomendaciones en 2015 – desafíos que nuestra Oficina considera como particularmente importantes: (1) la respuesta de las políticas públicas al problema de la pobreza y abandono, (2) el abuso, y (3) la niñez migrante.
1. POBREZA Y ABANDONO
El Comité mencionó con satisfacción que la Ley General incluya la prohibición de la separación de niñas y niños de sus familias por situación de pobreza, como lo estipulan las líneas directrices para los cuidados alternativos de 2009. Sin embargo, al Comité le preocupó que no existen políticas suficientes para apoyar a las familias, y que en la práctica la institucionalización sigue siendo la opción priorizada en casos de niños privados del entorno familiar.
El Comité menciona con preocupación casos notorios de negligencia y abuso en cuidados institucionales en México – algo que no es especifico de México pero si puede ser considerado como un fenómeno constante de los cuidados institucionales, mismo en países muy desarrollados. Yo añadiría que hoy tenemos también evidencia contundente que mismo los cuidados institucionales donde no ocurren evidentes abusos no son idóneos porque causan daños irreparables al desarrollo de los niños, particularmente en la fase de la infancia temprana (hasta 3 años de vida). El niño no es un mascota que sólo necesita buena comida tres veces por día; es un ser humano que necesita desarrollar relaciones afectivas con seres humanos adultos. La falta de estimulación y de vínculos emotivos con otras personas causa no sólo daños psicológicos, sino también daños biológicos en el desarrollo del sistema central nervioso.
Por esto, el Comité recomienda a los Estados – incluso a México – adoptar políticas para el apoyo a las familias, para asegurar de manera efectiva que niñas y niños no sean separados de sus familias por razones de pobreza, para evitar el abandono; adoptar una estrategia para la desinstitucionalización de niñas y niños; y establecer un sistema de cuidado para la infancia que dé preferencia al cuidado a cargo de familiares.
En el contexto especifico de niños con discapacidad, el Comité también urge evitar la institucionalización.
2. ABUSO
En el contexto de la discapacidad, el Comité destacó el carácter inaceptable de la esterilización forzada de niñas con discapacidad en estas instituciones, – algo que ocurre, como sabemos de otros países, particularmente en casos de niñas con discapacidad intelectual, donde puede existir vínculo con abuso sexual.
En sus recomendaciones, el Comité manifestó su preocupación por la alta incidencia de violencia sexual en México, en particular contra las niñas, en varios contextos – desde la trata hasta el entorno familiar – y por los esfuerzos insuficientes para identificar, proteger y rehabilitar niñas (y niños) victimas. Sabemos que en México persisten prejuicios en contra de las víctimas, las niñas víctimas de violación o trata. Se necesita un enfoque de género; no es aceptable culpar a las víctimas. No es aceptable que existan casos de niñas violadas y embarazadas de facto privadas de su libertad en instituciones supuestamente de cuidados – niñas que no tienen acceso a los servicios de la salud sexual y reproductiva – mientras que los violadores siguen libres. Esto también parece algo de los siglos pasados y debería ser superado.
3. NIÑOS MIGRANTES
Finalmente, quiero mencionar otro contexto importante que preocupó al Comité – los derechos de los niños migrantes, refugiados o solicitantes del estatus de refugiado, particularmente la detención prolongada de ellos y los abusos que sufren en estaciones migratorias. De hecho, el Comité está preparando, junto con el Comité para los derechos de los trabajadores migrantes, una observación general conjunta sobre los derechos de los niños en procesos de movilidad – y la consulta regional de ambos Comités para las Américas se está desarrollando desde ayer aquí en la Ciudad de México. Junto con las agencias hermanas, ACNUR y UNICEF, y con SIPINNA hemos visitado recientemente algunas estaciones migratorias y podemos constatar que por un lado, se están desarrollando alternativas a la detención, bajo el cuidado del DIF, pero por otro lado, muchos niños migrantes, solicitantes de asilo o refugiados aún se encuentran privados de libertad en las estaciones migratorias; que la determinación del interés superior del niño sigue siendo implementada por el personal del Instituto Nacional de Migración no especializado que además tiene un conflicto de interés; y que la política enfocada en detención y deportación resulta en una situación en cual los niños son rápidamente regresados en los países de origen – a pesar del alto riesgo de violencia que no está correctamente evaluado.
Quiero también reiterar nuestra recomendación de que los servicios de educación, salud, servicios sociales etc., deberían estar abiertos a todos los migrantes, particularmente niños migrantes, sin distinción del estatus… y sin obligación de denunciarles a los servicios de migración. Esto es de importancia fundamental para que los (niños) migrantes puedan acercarse a estos servicios – para que no sean forzados a esconderse por miedo de ser detenidos y deportados (lo que incrementa el riesgo de que caer en las manos de la delincuencia).
Finalmente, espero que este foro será una fuente de inspiración para el desarrollo de las políticas públicas favorables a los niños.
Muchas gracias por su atención.
* El Foro de Análisis “Los derechos de la infancia y la adolescencia y la Agenda 2030″ se realizó los días 29 y 30 de junio de 2017, en la CDMX, y fue una iniciativa de la CNDH y de ChildFund.
—
Fin