Palabras de Jesús Peña para el foro “De los Acuerdos de San Andrés a la Reforma Constitucional 1996-2024″.

9 de septiembre de 2024. Buenos días a todas, todos y todes. Un afectuoso saludo a quienes me acompañan en este acto de inauguración del Foro: “De los Acuerdos de San Andrés a la Reforma Constitucional 1996-2024. Análisis de la iniciativa de reforma constitucional sobre los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos”.

Asimismo, un cordial saludo para todas las personas que participan hoy, desde los pueblos indígenas, integrantes del Congreso, la academia y el cuerpo diplomático, para analizar la iniciativa, hoy ya dictamen, de reforma constitucional que nos convoca.

Un día como hoy, cuando está próxima la votación de la referida propuesta de reforma en la Cámara de Diputados, saludamos el trabajo de Aldea y de los pueblos indígenas y afromexicanos, quienes, desde hace varios años, han impulsado el reconocimiento de los derechos humanos de estos colectivos.

En primer lugar, quiero agradecer la gentil invitación realizada a la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) para participar en este foro y el esfuerzo por abrir un espacio de diálogo, con una pluralidad de voces, sobre una propuesta de reforma constitucional tan relevante para los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas. Asimismo, muchas gracias al Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM por albergar esta actividad y por el trabajo tan importante de análisis y reflexión que ha hecho en torno a las propuestas de reformas, en su conjunto.

También quiero enfatizar que nuestro rol como Oficina consiste en compartir la valoración desde los estándares internacionales de derechos humanos sobre la propuesta constitucional que se discute y ser francos respecto de los aspectos que identificamos desde un enfoque de derechos humanos; al tiempo que ofrecemos nuestra cooperación técnica en relación con las propuestas de reforma constitucional y otras normativas.

En las dos mesas posteriores, con certeza se va a profundizar en diversos aspectos del dictamen sobre la reforma constitucional, por lo que en estas palabras inaugurales únicamente apunto algunos de los elementos que considero más relevantes:

  • Desde la ONU-DH reconocemos que la presente propuesta es un importante paso para lograr la implementación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Como saben, durante la elaboración y la adopción de la Declaración, México tuvo un papel protagónico y asumió el compromiso de implementarla en el país.
  • Al reconocer a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas como sujetos de derecho público, se estaría cumpliendo con una de las recomendaciones derivadas de la visita oficial a México en 2018 de la Relatoría Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.[1]
  • Además, el dictamen de reforma reconoce los derechos de las mujeres indígenas y afromexicanas a la participación en condiciones de igualdad, en los procesos de desarrollo integral y en el acceso a la educación, así como su derecho a la propiedad y la posesión de la tierra y su participación en la toma de decisiones de carácter público. En este sentido, la reforma incorpora algunas de las recomendaciones de la recomendación general 39 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer con relación a los derechos de las mujeres y niñas indígenas.
  • Otro elemento positivo de la reforma es que reconoce a nivel constitucional derechos de las personas afromexicanas.
  • Asimismo, es importante resaltar que el dictamen de la reforma constitucional reconoce elementos del derecho a la libre determinación y las formas en que ésta se puede ejercer, como la autonomía y el autogobierno, en los términos de los artículos 3 y 4 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y del Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, a fin de que puedan determinar sus condiciones políticas y su desarrollo económico, social y cultural.
  • Igualmente, el dictamen toma en cuenta el criterio de la auto adscripción para reconocer a los pueblos y comunidades indígenas en línea con el artículo 1.2 del Convenio 169 de la OIT.
  • También hay un avance en el reconocimiento de la consulta previa, libre, informada y culturalmente adecuada.

Por estos avances y otros que están incluidos en el dictamen, si la reforma se aprobara en los términos actuales, la ONU-DH considera que sería un paso importante en favor de la vigencia de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas.

Con base en los estándares internacionales de derechos humanos, desde la ONU-DH respaldamos un proceso de la magnitud que supone la propuesta de reforma constitucional y alentamos que en las siguientes etapas de discusión, aprobación e implementación se garantice, en línea con lo establecido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que la obligación de consultar es responsabilidad del Estado, aun cuando la medida administrativa que se debe consultar beneficie a un particular. Asimismo, garantizar que la definición que se adopte sobre los derechos de los pueblos indígenas sobre las tierras, territorios y recursos esté acorde con los principios contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Convenio 169.

En los diálogos y reflexiones sobre la propuesta de reforma, incluido el que hoy nos convoca, es importante tener presente que, desde la indivisibilidad de los derechos humanos, no podemos olvidar que el derecho a la tierra y el territorio es un derecho fundamental para el pleno disfrute de otros derechos de los pueblos indígenas.

Concluyo, reconociendo nuevamente la importancia de ejercicios como el presente Foro para enriquecer el diálogo y el análisis sobre una propuesta de reforma tan relevante para los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos.

En este sentido, no me queda, sino alentar a que el día de hoy en las mesas que se han organizado y en las etapas subsecuentes de este proceso se mantenga una convocatoria abierta, plural e incluyente que garantice la participación de todos los actores interesados en la materia, particularmente de los pueblos indígenas y afromexicanos, velando siempre por incorporar aquellos elementos que favorezcan el principio de progresividad y el pleno disfrute de sus derechos.

Muchas gracias.

Fin

[1]

[1] Informe de la Relatora Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas sobre su visita a México, A/HRC/39/17/Add.2 , 28 de junio de 2018, párr. 96.