Palabras para evento de inauguración de memorial para Javier Valdez, a cuatro años de su asesinato, en Culiacán, Sinaloa

15 de mayo de 2021. Hace justamente cuatro años, recibimos la terrible noticia que habían asesinado a Javier Valdez. En la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos estábamos en medio de una reunión para determinar la agenda a seguir en los próximos meses para nuestro trabajo sobre libertad de expresión, el acceso a la información y la seguridad de periodistas en el país. Javier era un periodista mexicano emblemático que, desde su Culiacán, Sinaloa, había roto las barreras del centralismo mexicano, para difundir su palabra más allá de las fronteras mexicanas, con mucho éxito y resonancia

Y es que el periodismo de Javier fue siempre un periodismo necesario. Eso se sabe muy bien aquí, en su natal Culiacán, pero merece ser reiterado. Javier hace falta y su periodismo hace falta. Con su asesinato se ha negado a la sociedad mexicana el acceso a la información, el derecho a saber lo que sucede, desde su ojo analítico, crítico, desde su búsqueda permanente de la verdad sin calificativos, contando historias desde abajo, desde la gente, desde las víctimas de la violencia, de las víctimas de violaciones de derechos humanos, convirtiéndose así, además en defensor. Javier fue defensor de las voces de las personas más desposeídas, de sus historias, de sus tragedias, de sus muertes.

Nuestro mandato nos ha dado el privilegio de acompañar en la medida de nuestras posibilidades a la familia y colegas de Javier en su búsqueda de justicia, verdad, reparación y no repetición. Agradecemos profundamente la confianza que nos han dado, en particular, Griselda, Tania y Fran. Gracias por permitirnos acompañarles en este camino de búsqueda de justicia para Javier y para la sociedad mexicana, quien también tiene derecho a saber por qué pasó y quién es responsable de su muerte.

El gran riesgo que supone ejercer el periodismo en México no es novedad; las relatorías para la libertad de expresión del Sistema Interamericano y de la ONU lo han repetido en diversas ocasiones y han exhortado al Estado mexicano a revertirlas. La impunidad es un esencial para que crímenes como el perpetrado contra Javier sigan ocurriendo. Hablamos de una impunidad que, según cifras oficiales, es superior al 90% en los delitos más graves.

El asesinato de Javier no debe quedar impune. Ningún asesinato ni agresión contra ningún periodista debe quedar impune.

En el caso de Javier, la ONU-DH ha documentado y dado seguimiento a cuatro años de búsqueda de la verdad y la justicia sobre un crimen que, hasta la fecha, si bien hubo importantes avances no ha sido plenamente esclarecido. Gracias a la determinación de la familia de Javier y de las organizaciones de la sociedad civil que les acompañan, en particular Propuesta Cívica, a día de hoy:

  • la FEADLE ha identificado a una persona, presa en los EEUU, como el presunto autor intelectual del crimen, sobre el cual existe una orden de aprehensión desde el 23 de enero del 2020. Es importante destacar que en este caso se han dado avances en la identificación de la autoría intelectual;
  • una sentencia condenatoria de 14 años y 8 meses de prisión emitida el 27 de febrero del 2020 por un juez federal, lograda a través de un procedimiento abreviado, contra una de las personas autora material del asesinato;
  • el 4 de mayo de este año inició el juicio oral contra otra persona, presunta coautora material del homicidio y jefe de la célula que le dio muerte.

Son avances importantes, pero no suficientes y, desafortunadamente, no son representativos de la realidad en el acceso a la justicia en casos similares; todos los casos de agresiones a periodistas deben ser atendidos y resueltos.

En los meses siguientes se esperaría:

– que la FEADLE prosiga con la investigación del presunto autor intelectual del crimen de Javier Valdez Cárdenas y que haga lo posible para obtener su extradición;

– que procesos judiciales apegados a los estándares internacionales de derechos humanos logren, a partir de los avances en las investigaciones, terminar con la impunidad en este caso y ser un referente para otros procesos por delitos contra periodistas; y

– que el Mecanismo Federal de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas mantenga las medidas de protección para la familia de Javier Valdez y los colaboradores de Ríodoce.

Es oportuno recordar que para prevenir la repetición de casos como el de Javier, es fundamental que el Estado genere las condiciones necesarias para el ejercicio pleno y libre del periodismo. Ello no se limita a garantizar un ambiente libre de riesgos, sino que también comprende el pleno acceso a sus derechos laborales, evitando la precarización; el derecho de acceso a la salud; la derogación de leyes de difamación, que censuran y dificultan el trabajo periodístico, entre muchas otras medidas que contribuyen a fortalecer el ejercicio pleno del derecho a la libertad de expresión y de opinión para los periodistas y a su derecho de acceso a la información, así como del goce de ese derecho por toda la sociedad.

Hoy queremos decirles que la ONU-DH seguirá trabajando en todas las áreas que nuestro mandato nos permita como organismo internacional, para contribuir a lograr que haya justicia para Javier y para su familia. El daño mayor para Javier está hecho y no debe quedar impune. Pero pueden prevenirse mayores daños y el Estado tiene la obligación de hacer todo lo que esté en su mano para cumplir de manera efectiva con esa obligación.

Fin