La ONU pide que no haya impunidad en Nochixtlán
El País / 1 de julio de 2016
El domingo 19 de junio, entre ocho y 11 personas perdieron la vida en Nochixtlan, Oaxaca, al sur de México. Han pasado dos semanas y todavía no se sabe cómo pasó. La ONU ha pedido a las autoridades mexicanas que investiguen “de forma independiente, pronta, exhaustiva e imparcial” los hechos, con el fin de “deslindar las responsabilidades y atender y reparar adecuadamente a las víctimas”.
Aquel día, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, había cortado la carretera que comunica la capital de Oaxaca con la Ciudad de México. Los maestros protestaban contra la Reforma Educativa del Gobierno de Enrique Peña Nieto. Esa mañana, policías federales y estatales acudieron al plantón para tratar de despejarlo. De repente, se inició una balacera. De acuerdo a la Secretaría de Gobernación, ocho personas perdieron la vida. La CNTE eleva el número a 11. La ONU dice que fueron 10, nueve pobladores y un maestro.
Las autoridades deslindaron responsabilidades. El comisionado nacional de seguridad, Enrique Galindo, explicó el 20 de junio que al principio los policías no iban armados. Galindo trataba de explicar que la policía no había iniciado el tiroteo. Videos y fotografías divulgadas por agencias internacionales contradicen al comisionado: los policías iban armados desde temprano.
El fiscal de Oaxaca, Héctor Joaquín Carrillo, ha explicado hoy que la investigación demorará todavía otros 15 días. En entrevista con Denise Maerker, Carrillo ha dicho que la fiscalía maneja dos hipótesis. La primera es que un grupo extraño a la CNTE atacó a balazos a los policías y que los agentes respondieron. La segunda es que los propios policías dispararon primero.
Se agotó el tiempo
En una carta enviada esta tarde a los medios, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha dado por zanjado el diálogo con la CNTE, abierto tras los sucesos de Nochixtlan, mientas la coordinadora mantenga sus plantones en Oaxaca. “Se ha agotado el tiempo. Muchas comunidades y miles de familias de Oaxaca y Chiapas se encuentran en una situación crítica. Los bloqueos y las afectaciones a la ciudadanía deben de terminar. Por ello, en breve se estarán tomando las decisiones necesarias, para permitir el tránsito en vías estratégicas y el abastecimiento de las comunidades”.
Nota original: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/01/mexico/1467409186_626949.html