Bachelet pide un liderazgo fuerte en un momento de “profunda gravedad”

28 de febrero de 2022. Sesión no. 49 del Consejo de Derechos Humanos | Declaración de apertura para las sesiones de alto nivel por Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos

Distinguida Presidenta del Consejo,

Distinguido Presidente de la Confederación Suiza,

Excelencias,

Colegas y amigos,

Esta sesión del Consejo tiene lugar en un momento que amerita un liderazgo fuerte y visionario.

A través de la historia, ha habido momentos de profunda gravedad, que cortan el curso de los acontecimientos entre un “antes” – y un muy diferente, más nocivo, “después”. Estamos en un punto de inflexión de este tipo.

El progreso notable que ha habido en todas las regiones durante las dos últimas décadas – disminución de conflictos, reducción de la pobreza y expansión del acceso a la educación y otros derechos – está en riesgo.

Muchas sociedades, agotadas por la pandemia, divididas en una creciente polarización, socavadas por un creciente daño ambiental y corroídas por la desinformación digital, el odio y las distorsiones de la democracia, y la indiferencia ante el Estado de Derecho, están evolucionando – o sumergiéndose – en una represión y una violencia cada vez mayores; aumentando la pobreza, la cólera y el conflicto.

El ataque militar contra Ucrania pone en riesgo innumerables vidas. Entre el martes en la mañana y anoche, nuestra Oficina ha registrado 406 bajas civiles, incluyendo 102 asesinadas – entre las cuales hay 7 niños – y 304 heridos. La mayoría de estos civiles fueron asesinados con armas explosivas de amplia área de impacto, incluyendo fuego de artillería pesada y sistemas de cohetes multi-lanzamiento, así como ataques aéreos. Los números reales, me temo, son considerablemente mayores.

Mientras tanto, millones de civiles, incluyendo personas vulnerables y personas mayores, se ven forzadas a amontonarse en distintas formas de refugios antibombas, como estaciones del metro, para escapar a las explosiones. ACNUR reportó que 422,000 personas han huido del país – y muchas más están siendo internamente desplazadas. Mis pensamientos están con ellas y con todas aquellas que sufren alrededor del mundo.

Los llamados a la paz y a los derechos humanos provenientes de personas alrededor del mundo nos alertan sobre que nuestro futuro no debe ser un mundo que se desvincule de las obligaciones acordadas conjuntamente a través del derecho internacional de los derechos humanos y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Durante los próximos tres días, un número sin precedentes de dignatarios participará en estas sesiones de alto nivel. Esta es una oportunidad vital para reunirnos y hacer frente a este grave y crucial momento con acciones. Pido que, al hacerlo, todos pongamos, ante todo, a los pueblos del mundo – sus aspiraciones y derechos universales y compartidos – en el centro de nuestras deliberaciones.

Excelencias,

Es precisamente en un punto de inflexión o en un momento de crisis, cuando la inversión en acciones multilaterales y basadas en los derechos humanos puede traer consigo soluciones rápidas y efectivas – además de trazar el camino hacia un desarrollo y una paz compartidos.

Nuestro constante mensaje ha sido que es necesario hacer más para prevenir el conflicto y las crisis de derechos humanos. Ahora es tiempo de llevar a cabo fuertes acciones preventivas que coincidan con nuestras palabras.

Acción para terminar con el conflicto, respeto de la Carta de la ONU y cumplimiento del derecho internacional.

Acción para establecer justicia fundamental, servicios, oportunidades y derechos que construyan desarrollo, resuelvan agravios y restablezcan la confianza.

Acción para erradicar la discriminación, que impide el ejercicio de todo tipo de derecho por parte de todas las personas y está en la raíz de tanta miseria y desolación.

Acción para asegurar que la tecnología digital haga avanzar derechos – y no socavarlos – en todos lados.

Acción que permita la completa participación de las personas en procesos de toma de decisión – para que puedan creer y confiar en sus instituciones.

Acción para revivir la salud de nuestro planeta, cuya destrucción está en la base de la creciente pobreza, desplazamiento y daño.

Con un vigor sin precedentes, también debemos combatir la corrupción, que roba las arcas públicas para el beneficio privado – creando élites predatorias cuyos intereses pueden alejarse mucho del bienestar de las personas.

Atacar las causas de raíz de los agravios y la inestabilidad, e invertir en justicia y dignidad humana es urgente al momento de guiar sociedades – en toda región – para alejarlas de la violencia temeraria y creciente. Ayudará a crear soluciones profundas y de largo plazo al daño que ha hecho la pandemia. Este trabajo preventivo también es esencial para cumplir con el reto del cambio climático y los flagelos de la extrema pobreza y el desplazamiento forzoso.

Excelencias,

No hay ganadores ni perdedores aquí. El conflicto nos disminuye a todos.

El conflicto ya está creando una necesidad humanitaria en una escala que excede por mucho nuestra capacidad de asistencia. Está destrozando vidas y economías, expulsando a las personas de sus hogares y creando tanto agravios como desesperación.

Sabemos que una vez que la violencia comienza a escalar, las opciones de solución se vuelven cada vez más difíciles. Esto es verdad tanto dentro de las sociedades como entre los países.

Las decisiones que se tomen en estos tiempos cruciales tendrán un impacto duradero. Podemos y debemos restablecer una trayectoria que nos beneficie a todos. Una que establezca una base sólida y compartida para el desarrollo y la estabilidad, en línea con los principios fundamentales del derecho internacional y los derechos humanos.

Este es un llamado que demanda solidaridad. No hay banquillos en los que sentarse y no hay espacio para señales mezcladas. La Carta de la ONU, la Agenda para el Desarrollo Sostenible, nuestra crisis ambiental compartida y la pandemia, requieren todas respuestas globales para estar a la altura de los compromisos que hemos hecho.

Necesitamos celebrar y hacer eco de la valentía de los líderes que reconocen nuestra interconexión. Desde el llamado de la India y Sudáfrica por un desarrollo de vacunas sin restricciones, hasta la demanda de Kenia y otros para que los compromisos hechos para la paz internacional y las fronteras internacionales sean respetados. Cada día que pasa mientras se le permite al conflicto y a la pandemia infligir muertes sin sentido y desesperación es un día que nos aleja de crear un mejor mundo que todos nos hemos comprometido a lograr.

El Secretario General ha marcado el camino para el esfuerzo global – enmarcando un nuevo enfoque anclado en los derechos humanos y apoyado por un robusto sistema de derechos humanos, en el centro de unas organizaciones multilaterales revitalizadas y fortalecidas.

Mi Oficina está lista para apoyar esta crucial labor de todas las maneras posibles.

Me uno a usted, Sr. Presidente, en el llamado a todos los Miembros a superar la polarización, a discutir nuestras diferencias y unirnos para hacer avanzar los derechos fundamentales de todos los seres humanos.

Gracias

Fin