Palabras de Guillermo Fernández-Maldonado – Inauguración de la décima edición del Diplomado de Formación en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos “Héctor Fix-Zamudio” 5 de septiembre de 2022

(5 de septiembre de 2022) Muy buenos días. Es para la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, un honor ser parte co-convocante de la décima edición del Diplomado de Formación en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos “Héctor Fix- Zamudio”.

La formación en derechos humanos resulta fundamental para disponer de las capacidades técnicas para promover, diseñar, aplicar y evaluar medidas de cambio en favor de las personas, comunidades y pueblos, en especial de las más marginadas. Nosotros, en particular, como organismo internacional del sistema ONU de derechos humanos, tenemos un especial satisfacción porque, en un espacio pensado para hablar centralmente del sistema interamericano, se incorporen contenidos específicos y puntuales acerca del sistema universal. Ello abona al espíritu de complementariedad, reforzamiento y coordinación entre los dos importantes sistemas. Desde nuestra perspectiva, al menos en la región, siempre que se hable del sistema interamericano debería aludirse al sistema universal y viceversa. Este mutuo refuerzo redundará, sin duda, en una protección y salvaguarda más sólidas de los derechos de las personas de nuestras sociedades.

En esta edición, la décima, hay motivos especiales que destacar. El primero de ellos, las temáticas priorizadas. El 2022 será recordado a nivel global como el año en el que México rebasó el umbral de más de cien mil personas oficialmente reconocidas como desaparecidas. A este universo habrá que sumar a sus familiares y allegados, que enfrentan consecuencias críticas por tan deleznable y cruenta acción criminal. También será el año en el que se presentó el primer informe de misión a cualquier país del mundo, en este caso México, por parte del Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada, con base en el artículo 33 de la Convención Internacional. Una vez hecho público el informe, sus recomendaciones constituyen una hoja de ruta a ser implementada por el Estado en su conjunto.

En su informe de misión, el Comité emitió una recomendación en torno a la importancia de las universidades en esta materia: “68. El Comité resalta la importancia de incluir y fomentar en los programas de las universidades la enseñanza, investigación y divulgación de temas ligados a las desapariciones de personas desde las diversas disciplinas del conocimiento.”  En este sentido, pongo de relieve el compromiso de esta casa de estudios y las otras entidades académicas que albergan al Observatorio sobre Desaparición e Impunidad en México, espacio privilegiado de inteligencia y compromiso, cuyos aportes son un referente importante para entender las dinámicas de dos de las más graves violaciones a los derechos humanos que existen en México, la desaparición forzada y la falta de justicia.

El Comité también refirió la importancia de que, en todo momento, se garantice el derecho a la participación de las familias. Por ello apreciamos mucho que para esta edición se hayan abierto espacios específicos para escuchar directamente a las víctimas, sus voces y reivindicaciones, sus demandas y propuestas. No hay duda, lo alcanzando en México en términos normativos, institucionales y jurisprudenciales, se debe a su tenacidad y esfuerzo, así como al ejercicio de sus derechos y libertades cívicas, mismas que nunca deben traducirse en actos de violencia o revictimización como el que nos estremeció la semana pasada con motivo del asesinato de la madre buscadora de Sinaloa, Rosario Lilián Rodríguez, precisamente el Día Internacional de las Víctimas contra las Desapariciones Forzadas.

El combate a la desaparición forzada de personas formó parte del quehacer profesional del Doctor Fix-Zamudio, quien fuera fue juez de la Corte Interamericana cuando se adoptó el caso Velázquez Rodríguez vs. Honduras, referente internacional en materia de desaparición forzada de personas, mismo que inauguró una nueva época en el andamiaje jurisprudencial y normativo del que se sigue hablando hasta nuestros días.

El otro tema priorizado de esta edición del diplomado, tampoco fue ajeno al quehacer intelectual del Doctor Fix. Zamudio. En su discurso de ingreso al Colegio Nacional, el Doctor disertó –entre otros temas-  sobre la protección jurídica del medio ambiente que, en sus palabras, constituía desde entonces un “sector fundamental para la subsistencia de las sociedades modernas”.

No hay margen de duda de lo que visionariamente nos decía el Doctor Fix-Zamudio. Recientemente, en uno de sus últimos discursos al término de su gestión, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, refería la importancia del año en curso y nos decía -en relación a este tema- que: “el reconocimiento del derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible por parte de la Asamblea General de la ONU el mes pasado, marcó la culminación de muchos años de abogacía por parte de la sociedad civil (…). Los eventos climáticos extremos de los últimos meses han impulsado poderosamente la necesidad existencial de actuar urgentemente para proteger nuestro planeta para las generaciones actuales y futuras. Cubrir esta necesidad es el mayor reto de derechos humanos en esta era – y todos los Estados tienen la obligación de trabajar juntos en esto, y predicar con el ejemplo para implementar por completo el derecho a un medio ambiente sano. La respuesta a la triple crisis planetaria de contaminación, cambio climático y pérdida de la biodiversidad debe estar centrada en los derechos humanos, incluyendo los derechos a la participación, el acceso a la información y la justicia, y atendiendo el impacto desproporcionado de los daños ambientales en las personas más marginadas y en desventaja”.

Cambio climático y desaparición de personas son dos temáticas más que pertinentes hoy para la humanidad; de ahí que, como instancia organizadora, celebramos la realización de esta décima edición del diplomado y agradecemos a todos los docentes, panelistas, estudiantes y personas que colaboran, bajo el liderazgo de quienes tienen el acierto y diligencia de coordinarlo.

Finalizo estas palabras expresando, a nombre de la Oficina en México, nuestro reconocimiento al Doctor Pedro Salazar Ugarte, por su gestión como Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. El enfoque de derechos humanos siempre acompañó y distinguió su gestión. Desde la ONU-DH renovamos nuestro interés y disponibilidad de seguir colaborando con el Instituto en la promoción, enseñanza y divulgación de los derechos humanos.

¡Muchas gracias!

Fin