Vida interrumpida, justicia demorada

• Rafael Rodríguez, joven detenido arbitrariamente, acusado falsamente y torturado, obtiene la libertad

Rafael Enrique Rodríguez León es un joven tabasqueño quien vio sus sueños de continuar su educación interrumpidos por una detención arbitraria, actos de tortura y un largo período privado de libertad. En enero 2015, después de tres años y medio en prisión preventiva, fue liberado sin cargos. Esta es la historia de la búsqueda de justicia que han emprendido él y su familia para que las violaciones sufridas por Rafael no queden impunes.

De los 10 a los 13 años, Rafael Enrique Rodríguez León fue conductor de televisión infantil llamado “El Mundo de los Sueños” en Villahermosa, Tabasco. Ya desde temprana edad, Rafael cultivaba sus dotes de comunicador público. Rafael tiene pasión por los idiomas y aprendió a hablar inglés y árabe. Igualmente es aficionado al futbol y a la natación.

El 28 de junio de 2011, cuando Rafael tenía 20 años y al estar cursando el segundo semestre de la preparatoria, sus estudios fueron abruptamente interrumpidos. Ese día, al estar practicando deporte en un parque de Villahermosa, fue detenido por personas encapuchadas y armadas pertenecientes a la Procuraduría General de Justicia del Estado, sin que se le informara el motivo de su detención o se le mostrara alguna orden de aprehensión. Rafael fue esposado de pies y manos y fue trasladado a una casa de arraigo. Fue arraigado por cinco días, siendo torturado por elementos de dicha Procuraduría. Durante el arraigo Rafael recibió golpes con tablas en varias partes de su cuerpo, se le colocó una bolsa de plástico en la cara y le cortaron la punta del primer artejo de uno de sus pies. Estos golpes y malos tratos fueron proferidos con la intención de que Rafael se declarara culpable del delito de asociación delictuosa. Asimismo, Rafael fue exhibido ante los medios de comunicación quienes lo presentaron en sus notas como un peligroso delincuente con el calificativo de “Comandante Zorro”.

La Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos en México (ONU-DH) ha conocido el caso de Rafael desde su detención. El 6 de julio de 2011 fue la primera de las cinco ocasiones en que se visitó a Rafael durante su privación de libertad en el Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco. En la primera visita, una semana después de que fue detenido, la ONU-DH pudo observar las lesiones que presentaba Rafael y que éstas eran concordantes con las alegaciones de tortura que él señalaba. La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tabasco abrió una queja, en la cual se emitieron constancias médicas sobre las lesiones.

 

La ONU-DH, como parte de su trabajo de documentación de casos, visitó a diferentes autoridades estatales para recibir información del caso. Asimismo, la ONU-DH envió estándares internacionales sobre detención ilegal y la tortura a la Jueza IV de Instancia Penal de Villahermosa Tabasco que conoció del caso de Rafael. La ONU-DH observó que no obstante que Rafael había alegado la tortura en su declaración preparatoria y que obraban en el expediente judicial los certificados médicos con respecto a las lesiones sufridas durante la detención (dictaminados por la Comisión Estatal de Derechos Humanos), la jueza de la causa no había dado visita al Ministerio Público para iniciar una averiguación por las alegaciones de tortura.

En marzo de 2014, Juan Méndez, Relator Especial de la ONU sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, en su visita al país, sostuvo una reunión con la madre de Rafael, de quien recibió información detallada acerca de la forma en que su hijo fue torturado.

Después de tres años y medio en prisión preventiva y de un proceso dilatado, Rafael promovió un juicio de amparo por las violaciones a sus derechos humanos. El 20 de enero de 2015, la Justicia Federal le ordenó a la Jueza IV que ésta dictara en favor de Rafael un auto de libertad, orden que la Juzgadora acató procediendo a ordenar la inmediata libertad de Rafael.

Actualmente Rafael se ha reencontrado con su familia, incorporándose a su vida cotidiana y a pesar de haber sido detenido ilegalmente, de haber sufrido fuertes actos de tortura y de haber permanecido más de tres años y medio privado injustificadamente de su libertad, hoy en día Rafael afirma que “si confías, es posible” ya que nunca dudó que un día obtendría su libertad.

Fin