Yecenia Armenta: “La libertad nos ayuda a respirar, nos ayuda a vivir plenamente”
El pasado 3 de febrero Yecenia Armenta Graciano cumplió 40 años, es el cuarto cumpleaños que pasa en el Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito de Culiacán. Originaria de Guasave, Sinaloa, viajó a la capital del estado, donde se estableció y formó una familia; sus hijos Ana Luisa y Sergio Alejandro, tenían 14 y 12 años respectivamente cuanto todo cambió.
El 10 de julio de 2012, mientras Yecenia manejaba rumbo al aeropuerto de Culiacán, fue detenida por hombres sin identificación quienes la obligaron a abordar un vehículo, fue trasladada a una bodega, donde policías ministeriales del Estado de Sinaloa la torturaron física, sexual y psicológicamente con la intención de obtener una declaración auto-inculpatoria, el objetivo, que se declarara responsable por la muerte de su exesposo fallecido días antes por impactos de bala. A pesar de que Yecenia negó tener conocimiento sobre los autores de tal crimen, después de 15 horas de tortura, maltrato en custodia policial y aún con los ojos vendados, obtuvieron de ella una confesión por los hechos y su firma.
“Quise que me metieran una bala en la cabeza para que todo terminara” asegura Yecenia, refiriéndose a la tortura de la que fue víctima.
A pesar de que los exámenes médicos realizados por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa (PGJE Sinaloa) tras la detención afirmaban que Yecenia no mostraba huellas de lesiones, cuatro días después, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Sinaloa, advirtió moretones y lesiones en todo su cuerpo. Esta Comisión emitió una recomendación sobre la tortura y la arbitrariedad de la detención, entre otras violaciones.
Tres años después, y tras la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos confirmando las violaciones ya mencionadas por la CEDH, la PGJE Sinaloa abrió en febrero de 2015, una investigación por probables actos de tortura a través de la cual habrían sido identificados como posibles responsables en los hechos al menos cinco policías, tres doctores y los directores y coordinadores de la policía ministerial.
El 20 de octubre de 2015, la Relatora Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados, el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias enviaron una comunicación al Gobierno Mexicano en la que le instan a adoptar todas las medidas necesarias para proteger los derechos y las libertades de Yecenia e investigar, procesar y sancionar adecuadamente a cualquier persona responsable por las violaciones alegadas. En la reciente sesión del Consejo de Derechos Humanos, el Relator sobre la tortura presentó dicho caso en su informe (A/HRC/31/57/Add.1), tomó nota de la apertura de investigación por tortura y exhortó al Estado mexicano a comunicar el resultado de la misma.
Actualmente, el caso de Yecenia es parte de la campaña Rompiendo el silencio, todas juntas contra la tortura sexual, que ha acompañado el Centro Prodh, Tlachinollan, la CMDPDH, JASS, entre otras organizaciones de la sociedad civil, y que cuenta con el apoyo de la ONU-DH México. La campaña fue lanzada el 5 de mayo de 2014, con el impulso y la valiente participación de 11 mujeres denunciantes, que hoy en día ya suman 19.
Su caso (Yecenia) también es parte de una campaña global lanzada por Amnistía Internacional Stop Tortura. Esto ha significado que le lleguen decenas de cartas cada semana en el penal, provenientes de diversos lugares del mundo, “países que ni sabía que existían” dice sorprendida y agradecida. Yecenia expresa que esas cartas y su espiritualidad le animan a seguir luchando por la justicia, incluso tiene deseos de estudiar la carrera de Derecho y en un futuro colaborar con las organizaciones que la han apoyado en este camino.
Dentro del penal Yecenia asiste a diversos talleres y dirige activamente un grupo de mujeres en la pequeña capilla que tienen disponible. Pero sin duda su mayor fuente de fortaleza son sus hijos; Ana Luisa de 18 años tenía intenciones de estudiar Comercio Internacional en el Estado de Querétaro, sin embargo, ante las circunstancias ha decidido pemanecer al lado de su madre para poder visitarla. Yecenia siempre la ha apoyado en sus decisiones y la anima a superarse en la vida. Sergio Alejandro ahora cursa la preparatoria. Ambos viven con la familia de Yecenia en Guasave conformada por 12 hermanos y hermanas.
El pasado 28 de abril, oficiales de derechos humanos de la ONU-DH México se reunieron con el Procurador de Justicia del Estado de Sinaloa, quien se comprometió a realizar una investigación exhaustiva sobre los probables hechos de tortura cometidos contra Yecenia. Al día siguiente, la ONU-DH México la visitó en el Centro de Reclusión de Culiacán, donde pudo dar cuenta de su espíritu de lucha y fortaleza, tras casi cuatro años de reclusión. La ONU-DH México seguirá trabajando con ella, las organizaciones de la sociedad civil que asesoran su caso y las autoridades, para que la justicia y reparación que Yecenia merece sean una realidad.
Fin